Te encuentras sentado, en el parque, compartiendo una soda con esa persona que te hace reír, como si volvieras a tener 10 años. Todo fluye. Las miradas duran más de lo normal. Los silencios no incomodan. Y aunque supuestamente son “solo amigos”, hay una tensión deliciosa en el aire, como https://bien-22.s3.us-east-2.amazonaws.com/Index.html