Aún tienes que tener en cuenta la forma de las patas. Las patas inclinadas quedan geniales. Pero todavía corres el riesgo de golpearte los dedos de los pies, ya que es acomodaticio que te olvides de que sobresalen más que las patas rectas. ¿Buscas un salón flagrante? El teja manido http://comedor